-Dios...que me esta pasando?...Dios...El silencio duele.
Mucho. Duele, porque significa espera. Duele.
Dios, que me esta pasando? Sexo por aqui, sexo por alla. No veo nada mas.
Mis pensamientos son sucios...no me puedo concentrar....
Dios...por que? Por que no puedo dejar de pensar?
Por que veo todo con doble sentido?
Dios...Tu eres Santo. Wow, no lo puedo imaginar...
Yo con mi limitada humanidad.
Dios...yo con mi limitada humanidad.-
El Mujeriego se mantuvo de rodillas con los codos en el taburete. Miraba al cielo; un cielo falso revestido de las luces del escenario de ese viejo bar. El mismo bar.
-Dios......- su voz se volvio rota.- Que quieres que entienda? Que debo entender de los amantes...de los besos, de los gemidos en el lecho matrimonial....SOLO EN EL LECHO MATRIMONIAL...Que debo entender?
Estoy ciego...no puedo ver.....Si. Algo puedo ver:
Veo el poco valor de mis ojos...
El poco valor de mi boca, mis manos.
Que vale mi mente, mis energias?
Mis canciones, mis poesias?
Dios, tu ves valor en mi.
Fui comprado por precio de sangre.
Pero desprecio lo eterno,
por lo efimero. Pasajero.
Lo que me espera...
vendra por si solo.
Pero se ira.
Por que pasajero es.
Pasajero soy.
Pero, quien soy, Dios? Quien soy? No me puedo encontrar! pero Gloria a Ti, si no soy quien soy. Porque me has cambiado. Pero no me siento a gusto. No te pido una persona. Te pido una oportunidad. Reconozco que esa oportunidad, es una excusa para poder remediar este fuego que me quema en la oscuridad.Solo quiero ser un hombre normal. Un hombre normal. Separado del mundo pero normal.-
Las particulas de polvo danzan a la luz, mientras el bartender mueve su cabeza con desden. El viejo tocadiscos del bar tocaba la misma cancion triste y egoista, mientras el Mujeriego se aferraba al Pasado, como si su vida dependiera de ello:
-Fui YO quien lo arruine, Dios. Fui YO! Fui YO quien decidio pasarse una eternidad pensando en Marlene, mientras ella vivia su vida normal. Fui YO quien arruino todo con Katherine. Fui yo...
Yo pude mantener la amistad. pero decidi matarlo todo por mero instinto sexual. Porque la queria hacer mia. Solo mia. Falsos sentimientos, falso placer. Yo lo arruine. Dios, te ruego...en el Nombre de Jesus...-
-Chico, vete a un convento ya.- Espeto el bartender con una risotada.
El Mujeriego, miro al bartender avergonzado y compasivo al mismo tiempo, mientras se levantaba y sacudia las rodillas de sus pantalones.
-Haz el mismo show de siempre...Para eso te pago!-
El Mujeriego asintio con la mirada por los suelos, pero un destello que corria por sus mejillas, hizo que alzara su cabeza y posara su mirada mas alla de las luces.
-Dios, si Tu ves valor en mi, hazmelo saber. Ensename a ser un hombre. Hecho y derecho. Santo, puro. Mientras este en este bar...tratare de hacer las cosas de una mejor manera. En el nombre de Jesus...-
-Hey, Predicador...Callate!!- Vociferaba el bartender con sonidos de burla.
-Amen.-
Las puertas del bar se abrieron, y comenzaron a entrar todo tipo de parejas. Las primeras filas se llenaban de mujeres solteras con ropa muy provocativa. Luego de limpiar su rostro con una toalla, saco a relucir su carismatica y mentirosa sonrisa, e inicio el show como siempre:
-Interesante...Interesante.
