Enamorado Otra Vez.

Cuando niños, mirábamos a los mayores besarse con asco. Al ir creciendo, fuimos intentando esas cosas. El primer beso. La primera tomada de manos. La primera mirada. Así mismo viene el primer rechazo. El corazón no sabe con qué está lidiando desde tan joven. Las risas, las lágrimas, vienen sin cesar. Ni siquiera nos damos cuenta de las estupideces que hacemos en frente de esa persona especial!... Pero así es el amor. Nos toma de sorpresa. Y donde menos esperamos. Llega la adolescencia, y con ella los cambios de humor, hormonas y de cuerpos. Crecemos. Empieza a salir barba; empiezan a crecer senos. Los cuerpos se estilizan. La mente se aloca mientras el cuerpo se madura. Una contradicción increíble en esta vida. Así como se aloca la mente nos alocamos nosotros. Las reglas rotas, los besos robados, los amores prohibidos. Las salidas. Hasta la primera vez en algunos casos. Pero lo más importante es esa sensación que te come por dentro. Esa sensación de que tienes las famosas “mariposas en el estomago.” Flotando en el aire, y tocando con la punta de los dedos las nubes. Querer cantar una canción todos los días que te recuerde a esa persona. Querer escribir en el firmamento que amas a esa persona. Pero la vergüenza puede más en nuestro interior. La vergüenza y el miedo a fallar. La desesperación de pensar si estuviera con alguien más que no fuéramos nosotros. Pero el tiempo pasa y nos hacemos mayores, y echamos a un lado esos sentimientos puros, y queremos intercambiarlo por algo más fácil de conseguir: Solo Placer. Lo conseguimos con el simple hecho de tocar piel con nuestros dedos. Lo conseguimos con solo respirar un mismo aire. Y nos dejamos llevar de la pasión! El Deseo nos invade y nos limita en nuestra cabeza que eso es “amor”. Pero el éxtasis nos domina, y nos deja mal parados. Queremos volver atrás; pidiendo una nueva oportunidad a Dios. Pero ya es tarde. Ya no es lo mismo. Y el corazón cierra la llave de donde fluía el sentimiento, la pasión, el deseo. El corazón es un musculo mas…que bombea sangre. Pero por dentro pesa como si fuera de piedra. Puedo decir con toda libertad ni vergüenza…que el día de hoy…Todas esas tonterías de adolescente. Las extraño. Las anhelo en mi vida de nuevo. Cuando mi cabeza, quiere explotar con pensamientos de maldad e incertidumbre en el futuro…Solo recuerdo al Gabriel de 15 años. Tímido. Solo. Soñador. Que intentaba hablar y no podía. Que intentaba declarar esas palabras y se lo impedía el mismo. Volver a ser feliz imaginando el estar con esa princesa de cuento…que solo resulto ser una fantasía. Una Dulcinea del Toboso realista. Que al final de toda la historia, este Quijote se quedo solo y sin historia de aventuras y amor. Y que al saber que no se puede volver atrás, se consuela con rememorar el pasado y dejarse llevar por las fantasías del ayer. Jugando otra vez a enamorarse y lograr conseguir su primer beso. Volver a Amar otra vez. Eso vendrá con el tiempo. Cuando las hojas caigan al suelo, y luego de muchos inviernos, el corazón vuelva a dar esos buenos frutos otra vez. Cuando? No lo sé.